“Mariano Calvo Haya una vez subió a una montaña y
constató dos cosas. Primero, que cuando bajara de allí la revolución no habría
empezado. Y segundo, que desde aquel lugar hasta el horizonte, por mucho que se
empeñara el ser humano, no había más fronteras que las del aire.”
Así se presenta Mariano Calvo Haya en la solapa de
Las fronteras del Aire, el libro que vamos a conocer con él en la librería
Cámara, el próximo miércoles, 6 de abril, a las 19:30.
Y estos son dos poemas de esas fronteras
«Esperanza
Habrá que esperar a que cambie el tiempo,
a que dé la vuelta en su incansable limosneo.
Habrá que esperar que cesen los chubascos,
las nubes de deriva, las tormentas,
odiosamente masculinas.
Habrá que esperar a que se desprenda
la niebla de los relojes,
el hielo que aprisiona los pétalos y las hojas.
Habrá que esperar…
Y cuando, por fin, se agoten
los ecos del homicida
habrá que esperar la resurrección de los testigos,
hartos ya de tanta lluvia inconsolable.»
Mariano Calvo Haya
«Callejeros
El gato de vecino me contempla de nuevo
con la gravedad acostumbrada.
Entre él y yo solamente hay el cristal de una
lucera,
entre su mirada y la mía, el instinto, el recelo
y un tiempo insondable de ventaja.
Yo miro hacía afuera con nostalgia.
Él prefiere, sin embargo, el interior de mi alma y
de mi casa.»
Mariano Calvo Haya
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