Ventana del hotel, octubre de 2014 por Pablo Müller |
«Desde las ventanas del colegio pudimos ver cómo
nos abandonaban nuestros
padres.
Decidimos entonces abandonar juntos el mundo en un
juguete.»
Peru Saizprez
Es cruel,
no lo neguemos, abandonar a los hijos
en los
colegios, al carnaval de los miedos
y las negaciones,
con menú al mediodía: legumbres,
pescado,
verduras y fruta variada
— golpes con el balón, —
es cruel,
dejar a los hijos y mirar la hora, dejar a los hijos
y arrancar
el motor del vehículo, fingir la llamada
telefónica
inaplazable y de cierta responsabilidad cierta,
— sueldo a
fin de mes —. Es cruel no lo neguemos,
a pesar de
la sonrisa confianza de la maestra,
del cuidado
con que corta los setos el jardinero,
y el niño,
el hijo a la noche, responde, sí
he hecho
los deberes, cruel, como tú, contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario