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miércoles, 22 de octubre de 2014

NI UNA MÁS - POEMAS POR CIUDAD JUÁREZ





«Esta antología, compuesta por 88 poemas, de autores procedentes de 15 países, quiere rendir homenaje a todas las víctimas y desaparecidas en Ciudad Juárez, y entre ellas a la propia Susana Chávez, a cuya memoria debemos el proyecto que hoy nos anima y une. Más allá de la poesía que encierran estas páginas, la intención de la antología y el proyecto que le da vida es hacer saber, a las personas que sufren en primera persona esa violencia, que no están solas, que tienen siquiera el calor de nuestras voces, y el propósito de mantener viva la denuncia sobre la realidad que padecen.»


Uberto Stabile, del prólogo.





el interior de este silencio es rojo
Jorge Riechmann

Uno
La muerte es más muerte en silencio

y “el interior de este silencio es rojo

el peso del silencio supera al de muchos metales:
al metal de las armas, al metal de las furgonetas,
al metal de las gafas oscuras y las hebillas de los cinturones.

El horror es más doloroso en silencio…por eso
hay que transformar el silencio en palabras
agarrarnos con abrazo al dolor de las mujeres,
llevar las palabras a las cárceles donde no están los dueños del miedo,
buscar las palabras en las cenizas de las mujeres que dijeron la última,
en los recoldos de las brasas del amor de las mujeres, palabras que queman despacio las sílabas del olvido,

Dos
¿Hay palabras en el momento cruel de la mujer asesinada?
Y si las hay, ¿cuáles? ¿por favor? ¿no? ¿piedad?
¿las del ruego?, ¿las del miedo?, ¿las de la rabia?

Y en el momento cruel de la mujer asesinada,
el hombre que roba la vida
¿puede escuchar? Y si escucha, ¿cuáles?
Las que le recuerdan a su madre,
acaso también mató a su madre
acaso un hombre mató a la mujer que fue su madre
¿por favor? ¿no? ¿piedad?

Tres
Las palabras son buenas conductoras de la electricidad y de la rabia…
Las palabras son buenas conductoras de la amenaza y del miedo…
La amenaza y el miedo se alquilan en las habitaciones de los dóciles y en los garajes de las noches
La congoja y el temor se atan a la puerta de las fábricas donde trabajan las mujeres,
por los agujeros de las horas enseñan sus dientes los encargados y los cinturones
y con la madrugada en los polígonos industriales que lamen la frontera aparecerá otro silencio rojo,
silencio mujer,

y a cada silencio palabras, palabras mujer, palabras valor, palabras sin amo.



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