Viaje de vuelta 18 de octubre 2012 por Pablo Müller
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Dios está en una cucaracha.
Tengo la costumbre de depositar el miedo de la enfermedad y el dolor en otro. El dolor es mío y es tuyo. Veremos qué hacemos con él. El otro está harto. Ha puesto una puerta blindada y una alarma conectada a la policía y no admite ni miedos, ni dolores. Es extraño como uno mismo.
Dios está en la inmunología.
El cerebro decide en unas dos o tres centésimas de segundo antes de la toma de conciencia. La decisión, dicen, antecede a su propia conciencia.
Dios está en la decisión.
Dios está en la conciencia.
Dios está en una cucaracha.
La habitación era el retrato de un estómago vacío. Entré como se entra a la noticia de la enfermedad incurable y veloz que amenaza a una madre joven.
Uno se hace una pregunta, no siempre logro una respuesta.
Eso da frío.
Si llega una respuesta es acompañada de nuevas preguntas, y más difíciles.
Eso quema.
Aprecio más a la pregunta que se queda fría sin respuesta.
Un corazón encanece del mismo modo que lo hacen los cabellos.
No hace falta espejos para el triste peinar de la mañana.
Por eso el amor es mucho más que amor: antecede al amor, lo que sigue debe recibir otro nombre.
Se aceptan sugerencias.
Cuando llega el invierno es mejor que nos encuentre en silencio.
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