Cumpleaños. Archivo de Pablo Müller |
Cuando el día uno de marzo
termina
— se acaba —
salen los musgos de las
verdades,
el dolor como abono del sueño
y en ese estado
Pablo Müller habla con su
hermano muerto,
de los acontecimientos del
día: como olvidaron
cerrar la puerta, como se llenó
de coches
el patio, como llegaron las
tías, los tíos
y las primas y los primos
— muchos, tantos
que con su silencio y
alboroto trocearon el dolor
a pocos…
y luego barrieron, y luego
fregaron
y se quedaron — regazo de las
camas
ordenando el transcurrir de
los sueños
y el descanso.
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