Pablo Müller me permite escribir sobre mi sin sentir demasiada vergüenza.
A cambio le he prometido ser ordenado.
Desde aquí se puede pasar a otro blog donde los poemas de Pablo Müller se sucederán en una suerte de paseo matinal por una playa de invierno: blanco de espuma, arena negra, cielo gris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario