Bosnia i Herzegovina por Esther Garcia |
Pablo Müller conoció a Ratko Mladić
en una cuneta en una carretera
en Bosnia Central:
había enterrado minas antipersona
ahí donde los camioneros pisan
cuando paran a mear
Pablo Müller conoció a Ratko Mladić
en las ventanas con los cristales rotos
en la ciudad de Maglaj
a pesar del invierno cansados
sus ciudadanos de cambiar los cristales
rotos tras la última explosión
Pablo Müller conoció a Ratko Mladić
en el siseo de las balas del sniper
vacías las calles amontonadas
personas en la esquina
esperando en vano termine la munición
o le llegue el cansancio
Pablo Müller conoció a Ratko Mladić
en el rostro de mujeres refugiadas
en Dalmacia, en hombres refugiados
en Dalmacia, en niñas y niños
nacidos en el refugio
en Dalmacia
Pero a Ratko Mladić lo conoció mejor el UNPROFOR
holandés con el que bebió una noche aguardiente
para celebrar la conquista de Srebrenica
borrachos mientras esclavas
les chupaban las pollas aterrorizadas
ante la muerte que llegaba
a la mañana
Ratko Mladic brindando por la muerte. Montaje de Pablo Müller |
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