Dice María Pilar Somacarrera Íñigo que “no parece existir un título más apropiado que La puerta (The Door) para entrar … en el universo lírico de la escritora canadiense Margaret Atwood.
S.A. BRUGUERA
Lengua: INGLÉS - CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788402421012
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008
Plaza edición: BARCELONA
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788402421012
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008
Plaza edición: BARCELONA
Hoy he terminado, a la mañana, este libro escrito por dos excelentes poetas: Margaret Atwood y su traductora María Pilar Somacarrera Íñigo, en una edición bilingüe de Ediciones B, Bruguera Poesía.
La poesía de Atwood está hecha de una personal voz, un movimiento de texto único y auténtico, donde las preguntas dejan la respuesta tan nítida, tan evidente como una mañana de sol de uno de enero: es nuevo, es viejo, es cansancio, es descanso.
La traducción de Somacarrera Íñigo es un regalo para los que no sabemos el inglés necesario reconstruyendo los hallazgos poéticos.
Las fotos son del amanecer de ayer. Hoy me he levantado un poco más tarde.
LA PUERTA
La puerta se abre,
miras lo que hay dentro.
Está oscuro en el interior,
probablemente hay arañas,
no hay nada ahí que tu desees.
Tiene miedo.
La puerta se cierra.
La luna llena brilla,
repleta de delicioso zumo,
compras un bolso,
el baile es agradable.
La puerta se abre
y se cierra, tan rápido,
que no te das cuenta.
tomas un desayuno frugal
con tu marido, aún delgado,
lavas los platos,
quieres a tus hijos,
lees un libro,
vas al cine.
Llueve de forma moderada.
La puerta se abre,
miras a dentro:
¿por qué sigue pasando esto ahora?
¿Es que hay un secreto?
La puerta se cierra.
Cae la nieve,
barres el sendero, resollando,
ya no es tan fácil como antes.
Tus hijos llaman por teléfono, a veces.
Hay que arreglar el tejado.
Te mantiene ocupada.
Llega la primavera.
La puerta se abre:
está oscuro ahí dentro,
hay muchos peldaños hasta abajo.
Pero, ¿qué es lo que brilla?
¿Es agua?
La puerta se cierra.
El perro ha muerto.
Ya sucedió antes,
y compraste otro,
pero esta vez, no.
¿Dónde está tu esposo?
Has abandonado el jardín.
El trabajo era demasiado duro.
Por la noche te tapas con mantas;
sin embargo, padeces insomnio.
La puerta se abre:
Oh, dios de los goznes,
dios de los largos viajes,
has cumplido tu palabra.
Ahí dentro está oscuro.
Te confías a las tinieblas.
Entras dentro.
La puerta se cierra.
Margaret Atwood
Traducción: María Pilar Somacarrera Íñigo
(Los resaltados son míos)
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